martes, 17 de abril de 2018

Surcando la tormenta

Que negra era la noche,
tan intimidante y tenebrosa.
¡Que amenaza!
Ya no había luna sobre el mar.

Que cerca estaba la tormenta,
con sus relámpagos y truenos.
¡Qué ansiedad!
Nos unía el amor en ese navegar.

Que copiosa era la lluvia,
tan fuerte e impetuosa.
¡Qué angustia!
Mi corazón incrementaba su palpitar.

Que intenso era el viento,
con sus ráfagas y torbellinos.
¡Qué peligro!
El naufragio destruyó nuestro soñar. 

Que frías estaban las olas,
tan agresivas y vengativas.
¡Qué fatalidad! 
Yo quisiera esa negra noche olvidar.











Finalista II Concurso de Poesía: Surcando el viento.
Incluido en el libro: Claridad. 
Tu Concurso Literario. España. Abril 2018.

Desierto ventoso

Me encontraba perdido y desorientado bajo los rayos de un sol radiante, en medio de las arenas ardientes de un inmenso desierto, cuando la sed y el calor comenzaron a aquejarme. Por suerte, percibía sobre mi cuerpo algunas ráfagas de viento fresco que me calmaban del calor, pero la sed seguía acuciándome intensamente.
En esa situación angustiante divisé a lo lejos un oasis, donde seguramente encontraría reparo del sol y abundante agua para saciar la sed. Pero cuando quise encaminarme hacia allí desapareció en forma misteriosa de mi vista. Evidentemente había sido un espejismo en ese terrible desierto de arena en que me encontraba.
De pronto, comencé a sentir que las ráfagas de viento se iban haciendo paulatinamente más y más frías, hasta que finalmente me desperté desnudo en esa fresca madrugada, sediento y tiritando de frío sobre las sábanas revueltas de la cama.
Al abrir los ojos, la imagen familiar del cuarto cobró vida y entonces me levanté como un resorte para apagar el ventilador y cerrar la ventana. Luego me dirigí rápidamente hacia la cocina para poder calmar la sed con un vaso de agua fresca. El sueño de esa noche calurosa de verano me había dejado maltrecho.











Finalista II Concurso de Cuento breve: Surcando el viento.
Incluido en el libro: Claridad.
Tu Concurso Literario. España. Abril 2018.

Recordando con otros ojos

Hacinado en un pequeño departamento de la gran Ciudad en la que vivía, miraba maravillado una antigua foto que había encontrado. Era la de un recodo de la playa frente al mar azul donde yo pasé mi infancia y me mostraba caminando enojado por la arena, cansado de estar en ese lugar, acompañado de la mano de mi padre. Mientras añoraba con mis pensamientos volver a vivir nuevamente allí, recordé que mi padre me decía en aquel momento, que tal vez algún día vería todo ese paisaje con otros ojos.











Finalista III Concurso de Micronarrativa: Recordando aprendí.
Incluido en el libro: El color de la hoja seca.
Concursos Literarios en Español. España. Abril 2018.

lunes, 16 de abril de 2018

Maestra de poesía

Ella me recomienda un poemario
en un taller donde escribir se premia,
sus palabras me cuentan de bohemia
con un sabio consejo literario.

Con un ánimo afable y solidario
es exigente y aunque no me apremia,
de la poesía me da academia
y esforzarme yo veo necesario.

Cuando escribo un poema como muestra
y con el alma ansiosa se lo ofrezco,
ella siempre su afecto me demuestra.

Como a su lado nunca desfallezco
inspirarme ha logrado mi maestra,
y encontrarla al destino le agradezco.












Mención del Jurado III Concurso de Sonetos:
Homenaje a las mujeres. 
Incluido en el libro: En mis bolsillos.
Mundo Escritura. España. Abril 2018. 

martes, 3 de abril de 2018

Malgastando días

Crecí envuelto en el fango,
malgastando la vida
con mucho desenfreno.
Y gocé en esas noches,
las horas regaladas
que fui dilapidando.
El ansia de seguir
con aquel desatino,
me hizo dar el mal paso.
Y esquivé aquel amor,
que el polvo del camino
levantó en mi destino.
Fui malgastando días,
en la meta ilusoria
de alcanzar el placer.
Y en mis últimos años,
veo un rostro cansado
de engañar al espejo.
Ahora estoy muy solo,
sobre un barco destruido
en un mar ya sin olas.












Mención extraordinaria I Convocatoria para poesía.
Revista Vivencia. Córdoba Argentina. Abril 2018.