miércoles, 25 de enero de 2017

Sueños que apagó la noche

Entre los bombos y pancartas ubicados tras unas duras y finas vallas de contención, era uno más de los participantes que en el acto de ese atardecer soñaban con la libertad de su pueblo. Estaba en la voz de cada reproche, en la pasión de cada reclamo y en el grito de cada protesta. De pronto, la policía militar al ver que algunos manifestantes intentaban violentar las vallas, decidieron avanzar esparciendo gases lacrimógenos. Luego, con armas en mano no dudaron en tirar a matar, reprimiendo con violencia asesina. Al ser perseguido, una bala perdida lo alcanza y corre y corre para escapar, hasta que exhausto y agonizante cae sobre los adoquines de granito en una calle abandonada y desierta.
Tirado en el suelo, ve brotar su sangre y comienza a sentir dolor. Observa como el sol se va poniendo en el cielo y se torna rojizo como su sangre. Le llama la atención la figura dibujadas por unas nubes blancas, que le parecen como si fueran manos extendidas pidiendo libertad. Mira el empedrado teñido de rojo, pero ya no siente dolor. Poco a poco, puede ver como el sol en el ocaso se va desvaneciendo tras un horizonte lejano e inalcanzable, como lo son ahora aquellos sueños de lograr que su pueblo viva en democracia. Ellos, igual que el sol, se van sumiendo entre esas sombras y van alejándose más y más, como si fueran hojas marchitas arrastradas por el azar del viento.
Cuando finalmente el sol cae en su agónico descenso, su tenue luz se va apagando lentamente. Entonces, la oscuridad gana la calle desolada y también a su vida sin esperanza, que aún respirando y aún palpitando, se va extinguiendo entre las sombras. Y es ya en la noche cuando finalmente su alma emerge hacia el cielo, mientras su cuerpo queda tendido sobre los adoquines de granito, empapados de sangre y silencio.
Pero esos sueños que se apagaron en la noche tienen un futuro y aguardan por un nuevo mañana. Y en esa trama de lucha y tiempo, surgirá otra vez la aurora y bajo la luz del sol naciente, habrán nuevos soñadores luchando contra esos dictadores que balean y desangran. Y esos gritos serán aún más enfervorizados y los perseguirán como lanzas, sacando chispas de gloria de aquellos adoquines de granito, que unos sueños de libertad tiñeron de sangre aquella noche.



Seleccionado Concurso Literario relatos cortos. Sueños.
Incluido en el libro antología Sueños.
Asociación Letras con Arte. España. Enero 2017.



miércoles, 11 de enero de 2017

El monstruo del Riachuelo

En el Riachuelo de Buenos Aires
la percepción de la muerte estruja el alma,
allí el agua se recluye en una eterna niebla gris
herida en un holocausto de horas sin peces.

En esas aguas que bajan mansas, 
se vierten desagües fabriles y pozos ciegos,
que emanando infectas un tufo pestilente
discurren en un oráculo de burbujas letales.

Inmersos en el estertor opacado de sus riberas
que cubren basurales y fétidos camalotes,
han visto en las noches de luna llena
emerger a un monstruo de su lecho putrefacto.

Cuando divisa alguna víctima inocente
se lleva su alma emitiendo un aullido feroz,
como un escuadrón de piratas fantasmales
realizando enardecidos el abordaje.

Dicen que ese monstruo del Riachuelo
es uno de los hijos del demonio,
que aparece en las noches de plenilunio
en esas aguas purulentas y sin olas.








I Concurso Literario de Poesía Fantástica.

Incluido en el libro Embrujo.

Tu Concurso Literario. España. Enero 2017.

lunes, 9 de enero de 2017

El amor de la nieve y el volcán

Ella era una nieve fría e inmaculada que caía mansamente del cielo y él un volcán apagado. Pero aquella noche en la cama de un hotel, al desatarse un temporal de nieve, el volcán emitiendo salvajes gemidos entró en ardiente erupción, originándose un desenfrenado amor pasional. A la mañana siguiente, la encargada de la limpieza encontró sobre las sábanas revueltas, algunas manchas blancas de la lava del volcán y restos de humedad de aquella nieve ya derretida.












Finalista II Certamen de Microrrelatos.
Tema: Al calor de la risa.
Incluido en el libro La fuente de los deseos.
Letras como Espada. España. Enero 2017.

Ansiedades truncas

Iba caminando por la arena
de una playa blanca y hermosa,
y de las olas emergió una sirena
que me sonrió muy primorosa.

Era un ser que me gustaba
con un busto de locura,
pero para nada me excitaba
ese pez bajo la cintura.

En el amanecer del nuevo día
de aquel sueño desperté ansioso,
quise encontrar esa compañía
y en la playa la busqué presuroso.

Y allí en la blanca arena
surgió entre el cielo y el mar,
una bella y agraciada morena
que alegre me sonrió al pasar.

Era un ser que me gustaba
con un busto de locura,
pero para nada me excitaba
ese bulto bajo la cintura.







Finalista II Certamen literario de Poesía.
Tema: Al calor de la risa.
Incluido en el libro La fuente de los deseos.
Letras como Espada. España. Enero 2017.