Aquel amor romántico de cuando
nos conocimos durante las vacaciones en el mar, fue luego como un rayo ardiente
de luz que nos iluminó de placer y felicidad. Ahora en la paz hogareña de
la ciudad, aquella luz amorosa sigue resplandeciendo con cariño. Es que tengo los ojos iluminados de ternura,
mientras siento la dicha de tocar su
vientre y
percibir como el bebé se mueve en sus entrañas.
Seleccionado III Concurso de
microrrelatos románticos.
Incluido en el libro Porciones del Alma III.
Diversidad Literaria. España. Septiembre 2016.
Incluido en el libro Porciones del Alma III.
Diversidad Literaria. España. Septiembre 2016.
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